Translate

Translate

domingo, 11 de enero de 2015

Gusano traidor, de Sotirios Moutsanas








Hola, amigos mi relato Gusano traidor participa en este libro.Este micro lo tengo mucho cariño porque es mi primera publicación. Espero que le guste. Un abrazo, Sotirios.






Me llamo Efialtes,  soy un antepasado del que traicionó a los 300 de Leónidas. Aunque durante miles de años todos nos desprecian, nosotros sus ascendientes estamos orgullosos de nuestro abuelo y por eso generación tras generación nos nombramos como él.
En este inhóspito mundo bajo tierra tengo que matar al depredador y los aliens. Esta es mi misión, el ordenador me dio una de 40 billones de posibilidades de sobrevivir. Dejé mis armas en el suelo y esperé. De súbito apareció con sus dos y medio de altura y armado como langosta. Me Arrodillé, y proferí:
—El enemigo de mis enemigos es mi señor y amo.
—Toma.
Cogí una poderosa lanza y le seguí. Matamos a centenares de aliens, cada cien que mataba yo mataba diez, se caían como frutas maduras. Al fin nos topamos con la reina madre. La lucha fue memorable, finalmente cuando clavó su poderoso disco descuartizándola, yo sigilosamente por detrás le clavé la lanza. Un grito horripilante se escuchó. Me llamó “gusano traidor” y expiró. Le corté la cabeza, prueba irrefutable de misión cumplida.
En la nave mi capitán me suplicaba “¿cómo mataste al depredador?” Muy simple, siguiendo la estrategia de mi abuelo. “La traición.”





jueves, 1 de enero de 2015

Resquiescat in pace, don Sotirios







Los Ángeles California 1984 Juegos Olímpicos Sotirios  Moutsanas con el dorsal 430 conduce la carrera de 800 metros. En esta carrera hizo nuevo récord de Grecia con 1.46,34

¿Cómo puedo matar a mi mujer y quedarme impune?
Meditando en profundidad  tuve una idea brillante. Ella era supersticiosa fue facilísimo de convencerla que  si conseguiría  tragar con las doce  campanadas del año nuevo las uvas de Globo tendría  un lustro esplendoroso. Al llegar  las doce de la noche vieja  con las primeras campanadas  y a poner  en su boca las primeras uvas; que más que uvas parecían ciruelas, a la undécima tenía el color de berenjena: se estaba asfixiándose.
La tapé  la boca y nariz  con mi mano como era ya medio ahogada  expiró en seguida.
El Forense dictaminó fallecimiento  por atragantamiento.
En el sepelio pensando  todas  las islas  paradisiacas  y las hermosas mujeres que iba a… me emocionó  tanto que no paraba de llorar. Todos decían: “Pobrecito como la quería”.
En la notaría  tenía  mis uvas favoritas  y a empezar el notario yo comencé a comerlas  una, dos…
“Dejo mi enorme fortuna  a mi queridísima  ONG  Médicos sin frontera”.
— ¡Don Sotirios ¡ ¡¡¡ DON SOTIRIOOOOOOS¡¡¡
En la lápida estaba escrito:
Aquí está descansando un matrimonio  ejemplar, don  Sotirios,  famoso  atleta y escritor,  tanto amó a su mujer que hasta murió de la misma causa.
“RESQUIESCAT  IN  PACE”